27.4.06

Los artistas y su reto político

Junio 29, 2005.

El PRI no ha dejado de gobernarnos. Esa es la conclusión dolorosa a la cual llego tras volver la mirada a la izquierda, a la derecha y al centro. Inclusive a la ultraizquierda y a la ultraderecha. No digo el ultracentro porque suena excesivo, aunque bien podríamos definir a buena parte de nuestros “actores” sociales como priístas disfrazados de sagaz ultracentro.
El PRI no es un partido sino una estructura caciquil, corrupta y corruptora, capaz de reagruparse en torno a las siglas que mejor convengan en un momento dado, como fuera capaz de agruparse en torno a la ocurrencia “teórica” del presidente en turno durante setenta años. Tanto el priísmo como el mismo PRI y todos sus adláteres constituyen una columna vertebrada que sabe caravanear hacia donde los aires pidan, a la espera del hueso mayor, y sabe golpear posteriormente con una frialdad idéntica a su cinismo.
Reflexiono sobre todo esto como hombre de teatro, porque creo imprescindible reflexionar desde la escena y para la escena. En los últimos días en el sitio de internet www.redactuar.com.mx, se ha.com. iniciado una interesante polémica sobre la pertinencia de que el artista reflexione e inclusive participe en política. Tras algunas posturas en contra, se ha concluido mayoritariamente que no sólo es pertinente sino imprescindible. No podría entenderse nuestra profesión si se le desgajara del entorno en el que se encuentra. Así que las participaciones en ese sitio web seguramente serán cada vez más ricas.
En este orden de ideas, el mismo día en que escribo estas notas se desarrolla en la Ciudad de México un encuentro convocado por la Revista Paso de Gato, el CITRU y la Casa del Teatro precisamente sobre “Teatro y Cambios Políticos”. El encuentro cuenta con la presencia de figuras de nuestra escena como Luis de Tavira, Mauricio Jiménez, Germán Castillo, Ángel Norzagaray y Gabriel Pascal. Como moderador está Fernando de Ita. Coincido plenamente con la idea motriz: "No es una cuestión ociosa, puesto que el teatro, arte de la comunidad, del grupo social que lo produce, es una práctica indisociable de las transformaciones ideológicas y económicas que expresan al hombre contemporáneo".
A reserva de que conozca los resultados del Encuentro y siga cuanto aparezca en www.redactuar.com.mx, creo que es mi deber iniciar mi participación en torno al tema. Y mi premisa de partida es la frase con que he abierto esta entrega: el PRI no ha dejado de gobernarnos.
Primero, Fox no pudo desmontar el aparato caciquil priísta y, después, ha decidido utilizarlo o, en su caso, mal copiarlo. La historia juzgará si fue por ingenuidad, por codicia o por simple tontería, pero así han actuado también los gobernantes del PAN en la mayor parte del territorio nacional. También la historia señalará excepciones.
Por ahora, queda claro que la credibilidad de Santiago Creel está por los suelos: radicaba en su voluntad democrática y en ese valor que los simpatizantes panistas solían llamar “decencia”. Con la manera de manipular el “desafuero”, los manejos desde Gobernación del aparato de poder para su precampaña y, para despedirse del gobierno, las concesiones de casinos al monopolio televisivo, han acabado con cualquier vestigio de “voluntad democrática” o de mínima “decencia”.
Al PRD muchos mexicanos hemos dado nuestro voto con paciencia y esperanza. Pero ya se empieza a pensar dos veces. Yo desde hace un buen tiempo di por muerto para las causas democráticas a López Obrador, pero veo y oigo cómo otros se preguntan si de verdad ha gobernado “primero para los pobres” o para los automovilistas, si para el Cardenal Rivera o para el laicismo, si para el ex salinismo al cual quiere entregar la Ciudad en la persona de Ebrard, o inclusive para el propio PRD al que entregó en manos de Leonel Cota quien hace unos cuantos años, como diputado, gritaba “¡Zedillo, Zedillo!” tras votar por el incremento del IVA.
El fenómeno de mercado llamado Peje se irá desinflando para sus seguidores de izquierda en cuanto su máximo vocero, Vicente Fox, aprenda a cerrar la boca. Entonces sólo le quedará el espacio que gane a la manera del priísmo tradicional. Por eso lo flanquean Socorro Díaz y Manuel Camacho.
A simple vista, no fueron priístas, por ejemplo, las renuncias de dos personajes diametralmente opuestos como Calderón y Castañeda. Así nos produzca náuseas cualquiera de los dos o los dos a un tiempo, jugaron en un nuevo estilo para quienes llegan a secretarías de Estado. Pronto sabremos si el juego se mantiene, si sirvió para algo o sólo fue una anécdota a la manera de aquel Pedro Rendón tan olvidado. Lo mismo digo de Patricia Mercado como candidata independiente.
Los artistas, ¿qué debemos hacer ante el Ogro Filantrópico (como bien definiera Paz al gobierno) mientras aletea sobre nosotros el inmortal apotegma de César Garizurieta: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”..?